Por Favián Pravia Q.
El jueves 21 de noviembre, Amnistía Internacional dio a conocer su informe sobre el estallido social y el actuar de las Fuerzas Armadas y de Orden. El documento parte diciendo: “Las fuerzas de seguridad bajo el mando del presidente Sebastián Piñera – principalmente el Ejército y Carabineros (la policía nacional) – están cometiendo ataques generalizados, usando la fuerza de manera innecesaria y excesiva con la intención de dañar y castigar a la población que se manifiesta”.
El mismo texto dice que las policías han tenido un uso letal de la fuerza, tortura y malos tratos, y han cometido lesiones graves con armas con potencial de causar la muerte. Finalmente hace cuatro recomendaciones a las autoridades: “cesar la represión de manera urgente”, “investigar la responsabilidades del mando de las violaciones a los derechos humanos”, “asegurar que las legítimas demandas de la población sean atendidas” y “emprender una reforma seria y profunda de la policía”.
Durante la misma jornada, el Gobierno rechazó categóricamente el informe de Amnistía Internacional. El oficialismo también reaccionó. El senador Juan Antonio Coloma (UDI), en una entrevista con El Líbero en Radio Agricultura, el 22 de noviembre, declaró: “es francamente un informe que carece de moralidad total de lo que uno supone, debiera ser una mirada objetiva de derechos humanos. Y uno se lo explica altiro (sic), primero, Amnistía Chile es uno de los convocantes a las marchas, dentro de la famosa mesa de Unidad Social o como quiera que se le llame. Es como que un partícipe se auto erige juez”.
Lo anterior, haciendo alusión a que en un comienzo Amnistía Internacional Chile estaba en el listado de organizaciones que conforman Unidad Social, la cual convocó a paro nacional el pasado 12 de noviembre. Esto es real, ya que la institución sí formaba parte de la lista inicial y el sindicato de trabajadores de Amnistía Internacional Chile apareció en Twitter apoyando la paralización.
El mismo 22 de noviembre, el diputado Juan Antonio Coloma twitteó: “Este es el verdadero rostro de #AmnistiaMiente Hoy en la mañana aparecían como miembros de la mesa social y después de nuestra denuncia, lo cambiaron x sindicato de trabajadores. #amnistiamiente”. El parlamentario acompañó el tweet de una captura de pantalla del sitio web de Unidad Social que acompañaba la denuncia.
Efectivamente, eso sucedió. Durante la jornada se modificó el número 104 de la lista: “Amnistía Internacional Chile” por “Sindicato de Trabajadores/as Amnistía Internacional Chile” y posteriormente se sacó de la lista. Para verificar esta información hablamos con miembros de la mesa de trabajo Unión Social. Esteban Maturana, vicepresidente de la Confederación de Funcionarios de la Salud Municipal (Confusam), en conversación telefónica comentó: “Amnistía Internacional no es parte de Unidad Social” y marcó una diferencia entre la institución con las “personas que participan en estas asambleas como sindicatos, pero sin ser parte de la coordinación o bloque en particular”.
Por su parte Amnistía Internacional Chile twitteó una declaración pública en que aclara la situación, diciendo que no forman parte la organización. Al contactarnos con ellos, Sofía Lanyon, presidenta de Amnistía Internacional Chile, respondió que «fue un malentendido, y la mesa (Unidad Social) fue pro activa al repararlo», agrega diciendo que “nosotros no hemos formado nunca parte de la mesa Unidad Social, porque somos un órgano independiente y nuestro trabajo se basa en la independencia que tenemos”. Además, Lanyon señala que no se pronunciaran sobre lo que realizan o no realizan sus trabajadores y respetan su actuar.
Carolina Barriga, representante del Sindicato de Trabajadores de Amnistía Internacional respondió, vía correo electrónico: “Hubo un malentendido, porque el sindicato de Amnistía Internacional Chile apoyó en dos ocasiones de manera simbólica el paro nacional, lo cual se interpretó como que estábamos convocando al paro”. También recalcó que ni el sindicato ni Amnistía Internacional han formado parte de Unidad Social.