Por Javiera Pizarro y Tomás Kohan
Hace un año atrás, según reporteó la prensa chilena, las filas para hacer trámites en Extranjería y Migración, ubicado en la calle Fanor Velasco 56, solían recorrer la cuadra completa. Adultos mayores, padres e hijos, jóvenes en busca de nuevas oportunidades y todo extranjero, tenían “que llegar a las 04:00 horas para poder entrar”, según cuenta Camila Orellana, quién lleva seis años tramitando visas.
La preocupación de este primer año de gobierno del presidente Sebastián Piñera fue según su declaración “ordenar la casa”, por lo que se dio prioridad a la digitalización del proceso para sacar visa con el objetivo de realizar los procesos de migración más rápidos y en la menor cantidad de pasos posibles. Con este nuevo proceso, las filas interminables desaparecieron y los tiempos establecidos se han cumplido. Antonio Marín, quien hizo el trámite de registrar su visa democrática el día 13 de mayo de 2019, comentó: “en la fila me demoré como 20 minutos y en el trámite 10 minutos”.
Sin embargo, hoy en día el problema se extrapola al ámbito de la espera digital. Si bien las personas solían pasar el día completo para realizar el trámite, se hacía en un día y quedaba resuelto. El Servicio Jesuita a Migrantes, explica: “el sistema online ha generado muchos problemas, pues muchas personas demoran semanas en poder conseguir una cita vía web (por no haber suficientes citas disponibles en la web).” Esto puede significarle a aquellos extranjeros que buscan regularizar su situación, semanas de desempleo sin poder proveerse ni entregar dinero a familiares fuera de Chile.
Los largos tiempos de espera también son respaldados por el Colectivo Sin Fronteras. Basándose en la experiencia que tienen al tratar con migrantes, la directora ejecutiva de la corporación, Patricia Loredo, comenta que “el problema de fondo que es la organización de un servicio público para la atención eficiente de los usuarios no se ha resuelto, a pesar de los mayores ingresos que año a año recibe el Estado de las personas migrantes”.
Juan Carlos González, quien espera sacar su visa, opina que el tiempo para obtenerla sigue siendo extenso: “hace aproximadamente un mes vine con mi pareja y preguntamos qué es lo que se necesitaba, porque la página estaba colapsada. Nos dijeron que no era necesario sacar la cita y que si veníamos unos días antes de que se venza, que nos iban a atender sin necesidad de cita. Llegamos a las 9:36 y llevamos más de una hora”. Aunque diariamente se entreguen 1500 citas, el servicio online no logra ser eficiente.