Por Florencia Rojas Dezerega
Durante los últimos 12 años, en Chile se ha vivido un déficit sostenido de precipitaciones. Esta situación ha llevado a que desde el Centro de Estudios Públicos (CEP) consideren que ya no se trata de una megasequía, sino que esta podría ser una nueva realidad.
A partir de 2008, la Dirección General de Aguas (DGA) ha realizado 184 decretos de escasez hídrica, los que tienen como función ayudar a los habitantes de comunas con desabastecimiento de agua a acceder a este recurso básico. Solo durante los últimos doce meses se han promulgado 31 decretos. Según explicó el profesor de Derechos de los Recursos Naturales de la Facultad de Derecho UC, Winston Alburquerque: “Esta cifra es bastante elevada y, más allá del número, es preocupante porque se trata de sectores bastante separados entre sí”.
Esos datos de la DGA fueron utilizados por el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, cuando el 15 de abril aseguró: “Hoy día tenemos casi al 30% del país considerado como en emergencia y en escasez hídrica”.
Factchecking.cl se comunicó con el área de comunicaciones del Ministerio de Obras Públicas y en su respuesta vía WhatsApp, afirmaron que la cifra a la que se refirió Moreno fue en referencia al porcentaje de comunas que se encontraban regidas por decretos de escasez hídrica. Esto quiere decir que el cálculo está hecho en base al número de comunas en escasez hídrica (101) por el total de comunas de Chile (346).
Para confirmar esto, se revisaron las bases de datos disponibles en la página de la DGA y se confirmó que la cifra es correcta, ya que al calcular el porcentaje que representan 101 comunas en el total de 346, el resultado da 29,2%, número cercano al entregado por el ministro de Obras Públicas.
¿Qué es y qué implica el decreto de escasez hídrica?
Contactámos por correo electrónico al agrónomo y miembro del Consejo Directivo del Centro de Derecho y Gestión de Aguas, Guillermo Donoso, quien explicó que este decreto es la mayor limitación del Derecho de Aguas, ya que es una medida excepcional y extrema que se hace para asegurar que la población acceda al agua potable.
En la misma línea, Alburquerque confirmó esta información y añadió que existen otras medidas de regulación: “Queda la posibilidad de que en materia de aguas subterráneas se pueda dictar una reducción temporal a los derechos. También se pueden decretar zonas de restricción o de prohibición en las que se obligue a los usuarios a organizarse a través de comunidades de aguas”.
Donoso agrega que hay dos razones que justifican la declaración del decreto de escasez hídrica. La primera son las precipitaciones, ya que la resolución toma en cuenta como condición que la zona a declarar en escasez tenga lluvias y nieves acumuladas menores al 50% de su valor medio estadístico. El segundo antecedente que permite la declaración de estado de escasez es el nivel de los caudales. Respecto a esto, el experto añade: “El requisito es que el caudal medio mensual de los ríos sea inferior al 50% del caudal con 50% de probabilidad de excedencia del mes de abril”. Actualmente, hay 15 zonas que cumplen con estos requisitos y están amparadas en los decretos de escasez hídrica.
Los beneficios que se logran con estos decretos, según el departamento de prensa de la Dirección General de Aguas, documentos oficiales de la DGA y la Sociedad del Canal del Maipo son los siguientes:
- Autorizar la extracción de aguas, tanto superficiales como subterráneas sin la necesidad de contar con derechos de agua.
- La intervención de la DGA para discernir en problemas de distribución del recurso hídrico, pudiendo pasar por alto los seccionamientos establecidos por juntas de vecinos.
- La distribución del bien básico por medio de camiones aljibes. Esto es organizado por la Subsecretaría de Desarrollo Regional y la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI), pero es financiado por los gobiernos regionales.
¿Cuánto duran los beneficios del decreto?
Los decretos de escasez hídrica, por ejemplo, los que afectan a la provincia del Marga Marga y la provincia de Copiapó, señalan explícitamente que el decreto de escasez es declarado solo por un periodo de seis meses. Este tiempo para el abogado Alburquerque no es suficiente: «No resuelve el problema definitivo que dice relación con mejorar la gestión del agua y otorgar una prelación de usos».
Asimismo, el vocero de Greenpeace, Mauricio Ceballos, comenta que si bien hay casos en que el decreto puede ser prorrogable por otros seis meses, este documento “no se condice con la duración efectiva de la sequía, que en algunas zonas del país ya entra a su decimosegundo año consecutivo. En estricto rigor, es una figura caduca, pensada para tiempos en donde no vivíamos los efectos de la crisis climática”.
¿Qué pasó con la cifra de “emergencia” que declaró Moreno?
Desde los encargados de prensa del Ministerio de Obras Públicas aseguran que el secretario de Estado se refería a emergencia como una apreciación sobre el contexto general del país en materia hídrica, no en el sentido técnico. Mientras el encargado de prensa de la DGA insistió en que Alfredo Moreno sólo se refería a escasez hídrica y no a otro concepto. Además, vía telefónica atribuyó el mal uso de la palabra al contexto de la declaración: “Es un programa de televisión, se habla más coloquialmente”.
La afirmación es calificada con el veredicto “Le creemos, pero”, porque, si bien los datos de los decretos de escasez hídrica entregados por el ministro de Obras Públicas son verdaderos -en base al cálculo de comunas regidas por estos decretos al 15 de abril, día en que se dio la afirmación-, la utilización de la palabra “emergencia” corresponde a un error según los encargados de prensa.