Por Magdalena Poulsen
Un 76% de la población del país profesa el cristianismo, 59% se declara católico y el 17% evangélico, de acuerdo a la última Encuesta Bicentenario 2017. Esta se basa en una muestra de selección aleatoria, donde se encuestó a cerca de dos mil personas mayores de 18 años, de todos los niveles socioeconómicos y comunas de Chile.
Con respecto a los últimos censos realizados en nuestro país, el año 2002 un 66,18% de la población se consideraba católica y el 15,14% evangélica. En la medición siguiente, en 2012, la población que adhería a estos credos varió, siendo un 67,37% perteneciente al catolicismo. Mientras que las personas representadas por la religión evangélica marcaron un 16,62%.
En cuanto a la afirmación “no existe y no hay igualdad de condiciones para un profesor de religión evangélica”, en comparación a uno católico, el departamento de prensa del Arzobispado de Santiago precisa: “De acuerdo al porcentaje, siempre van a haber más colegios que impartan religión católica, claramente”.
Según el artículo 1 del Decreto que reglamenta las clases de religión en establecimientos educacionales, los planes de estudio de los diferentes cursos de educación pre-básica, general básica y de educación media, deben incluir dos clases semanales de religión, siendo de carácter optativo para el alumno y su familia. Además, el artículo 4 señala que los establecimientos educacionales del Estado y los municipalizados deberán ofrecer a sus alumnos las diversas opciones de los distintos credos religiosos, siempre que cuenten con el personal idóneo para ello.
Francisca Alessandri, coordinadora general de la Encuesta Bicentenario comenta: “Hay un 52% de la población que es indiferente respecto a que sus hijos estudien en un colegio religioso” y agrega: “Al preguntarle a la población que se considera cristiana, es decir a católicos y evangélicos, si es que les gustaría que sus hijos asistieran a un colegio religioso, el porcentaje entre 2012 a 2017 disminuyó desde un 45% a un 31%”.
Según el pastor evangélico Rodrigo Abarca: “Es comprensible que haya más educación católica siendo que Chile es un país preponderantemente católico. No me parece que sea un problema que no se permita, simplemente es porque no ha habido más profesores de formación evangélica”.