Por Manuel Izquierdo
En el bloque de “temas emergentes” del debate de Anatel, la candidata presidencial de Nuevo Pacto Social, Yasna Provoste, aseguró que al momento de aprobar el uso de petcoke para la termoeléctrica Guacolda durante su gestión como gobernadora de Huasco (1999) no tenía información respecto a su peligrosidad.
El Equipo de FactChecking.cl conversó con el vocero de la campaña de Yasna Provoste, Marcelo Mena, quien afirmó que “en el contexto de la Comisión Regional de Medio Ambiente (Corema), en la antigua institucionalidad ambiental, presidida por el intendente, y con informes técnicos favorables, se aprobó el cambio de combustible”.
En ese momento Chile pasaba por una alta necesidad energética, lo que justificó el voto de la abanderada presidencial, según Mena.
El “Informe técnico del Estudio de Impacto Ambiental del proyecto ‘Uso de mezclas de carbón y petcoke en la Central Termoeléctrica Guacolda S.A.’”, plantea en la página 31 que aunque el proyecto no necesita actualizar sus permisos en otras materias, “es dable señalar que le es aplicable el permiso ambiental sectorial” debido que se planeaba construir un vertedero para residuos de níquel y vanadio.
Sin embargo, el mismo documento apunta, en las páginas 4 y 27, una serie de impactos negativos que el uso de petcoke podría acarrear. El primero es el potencial aumento en el riesgo a la salud de la población “debido a las emisiones de vanadio y níquel contenidos en el material particulado respirable”.
En este sentido se puede leer en el informe que aunque con los “valores de concentración de media diaria predichos por el Estudio de Impacto Ambiental” no existiría riesgo para la salud humana, “no puede descartarse el riesgo de la población a una exposición aguda a los efectos del contaminante”.
Otros efectos probables serían un daño en la calidad de los recursos naturales renovables por las emanaciones de tóxicos y también por la presencia de cenizas en el vertedero.
El Equipo de FactChecking.cl concluyó que las afirmaciones de Provoste no son creíbles, dado que para la aprobación del uso del petcoke debió tomar en cuenta los informes de Conama, que acreditaban los efectos negativos de la implementación del combustible.
¿Cómo se tramitó el proyecto?
El 25 de mayo de 1999, la entonces gobernadora de la provincia de Huasco, Yasna Provoste, participó junto a otras 11 personas de la zona, en la sesión de la Comisión Regional de Medio Ambiente que terminó calificando favorablemente en su resolución exenta nº4 de mayo de 1999 la utilización de petcoke mezclado con carbón en la central termoeléctrica Guacolda, una central ubicada en el área industrial de Huasco, en una península llamada con el mismo nombre.
Termoeléctrica Guacolda I y II, en la península Guacolda. Fuente: Agencia Uno.
Al respecto, Marcelo Mena, también ex ministro de Medio Ambiente de Michelle Bachelet, señaló que a la hora de tomar esta decisión “es muy probable que la candidata haya tenido a la vista el Informe Consolidado de Evaluación (ICE)».
«Mi experiencia es que generalmente, en la etapa de votación, quienes integran estas comisiones, leen el ICE. Ninguno es experto y cada uno se pronuncia con respecto a su competencia. En el caso de ella me imagino que fue en relación al uso de suelo y los permisos”, explicó.
Luego de la aprobación, el proyecto fue presentado el 23 de julio de 1999 al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) donde fue admitido cinco días después. El informe de admisión presentó un extracto del Estudio de Impacto Ambiental (EIA), además de resoluciones previas al funcionamiento de Guacolda.
Posteriormente, en octubre de ese año, la tramitación de iniciativa fue suspendida, y después se le realizaron añadidos y volvió a suspenderse, hasta que el 25 de mayo de 2000 fue aprobada por la Corema.
Este dictamen fue objeto de reclamaciones por parte de la Asociación de Pequeños y Medianos Olivicultores de Huasco y Freirina, que retrasaron hasta el 12 de octubre de 2001 la aprobación definitiva del uso del petcoke en la termoeléctrica Guacolda.
Ese documento aseguraba que las estimaciones del último EIA eran “conservadoras” y que “se dispone de mayor certeza que asegura que no se generará o presentará riesgo para la salud de la población”.
Desde el comando de Provoste aseguraron que la postura de la candidata ha cambiado: “como diputada, en 2014 impulsó el fin del uso de petcoke en los complejos termoeléctricos, cuestión que se hizo efectiva a partir del 2017. En su trayectoria legislativa ha destacado su trabajo con la comunidad, apoyando los programas de recuperación ambiental y social”.
¿Qué es el petcoke?
El informe técnico define al petcoke o “coque de petróleo” como un “concentrado sólido de carbón obtenido de un proceso de reformación (descomposición termoeléctrica) realizado en las refinerías de petróleo”.
Está compuesto por petróleo, resinas y asfáltanos. Es este último elemento el que lo hace más riesgoso para la salud de las personas.
Según el informe de admisión, su uso se justificó desde la empresa eléctrica Guacolda S.A. –gestora de la planta en ese momento, liderada por el exministro democratacristiano Jorge Rodríguez Grossi–, por razones económicas, pues permitía “un mejor precio para clientes regulados”, y por motivos de competitividad en el Sistema Interconectado Central (SIC).
Tras revisar la documentación técnica y conversar con miembros del comando de la candidata presidencial de Nuevo Pacto Social, el Equipo de FactChecking.cl concluyó que Yasna Provoste dio luz verde al uso de petcoke mezclado con carbón en la planta termoeléctrica Guacolda conociendo los efectos nocivos que pudo haber tenido para la salud de la población. Esto porque, para hacerlo, tuvo acceso a los informes de impacto ambiental que acreditaban su peligrosidad.
Por lo tanto, su afirmación durante el debate de Anatel no es creíble.