Por Vicente Martínez, estudiante del curso Análisis Comparado de Periodismo, con la colaboración de Daniela Jure y Francisca Cofré del curso Comunicar la Ciencia.
A comienzos de marzo, comenzó a circular una supuesta receta que pretendía inmunizar del contagio de covid-19 con dos ingredientes: agua y sal. El procedimiento consistía en hacer gárgaras de manera frecuente durante el día, para así evitar que el virus baje y llegue a los pulmones. Esta información se hizo viral en redes sociales, transmitiéndose en cadenas de WhatsApp, imágenes de Facebook y tweets. Se incluía la opinión de supuestos médicos que aprobaban dicho tratamiento.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), publicó un contenido en su página web que negaba la existencia de estudios científicos que avalen dicha teoría. “Existe evidencia limitada de que enjaguar la nariz o garganta con agua salina pueda ayudar a las personas a recuperar o prevenir el resfriado común. Sin embargo, no ha demostrado en ningún caso evitar enfermedades respiratorias”, emitió la OMS.
Desde el Colegio Médico confirmaron que esta información es mentira y no existe ninguna evidencia que lo respalde. Enfatizaron en que estas soluciones populares pueden generar una falsa sensación de seguridad y afectar la salud de las personas.Jeannette Dabanch, médico infectóloga del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, confirma lo anterior y ve con preocupación que estos mensajes se masifiquen, porque producen confusión.
A través de un contacto telefónico, Tomás Cox, al ser consultado por su tweet, calificó como un disparate pensar que una solución salina ayudaría a prevenir el contagio. En su defensa, dice haberse referido a una recomendación muy antigua proveniente del campo chileno, donde las personas no tenían acceso a la medicina moderna, les resultaba muy efectivo combatir el resfriado común mediante gárgaras de agua con sal durante cinco o seis días.