Especial Plebiscito 2020

Procesos internacionales

Las constituciones en el mundo tienen una vida útil de entre 17 y 19 años en promedio

“De hecho, los cambios constitucionales son más habituales de lo que pensamos. En 70 años han existido más de 230 procesos de cambios constitucionales. Y el promedio de vida de una constitución en el mundo es de tan solo 19 años”, Maya Fernández.

La diputada Fernández retuiteó una capsula viral sobre el Apruebo que indica que el promedio de vida de una Constitución en el mundo es de tan solo 19 años. Esto fue confirmado por el Equipo de Factchecking.cl y analizado con distintos expertos.

Por María Laura Álvarez Mohr

«El promedio de vida de una constitución en el mundo es de tan solo 19 años”, escribió la diputada Maya Fernández retuiteando la tercera cápsula de la investigadora Macarena Ripamonti sobre las razones para votar Apruebo.

Ripamonti, asociada al Centro de Estudios Políticos y Constitucionales de Valparaíso y candidata de Revolución Democrática en las primarias municipales de Viña del Mar, dice en su cápsula viral en redes sociales, además, que “en 70 años han existido más de 230 procesos de cambios constitucionales”.

El estudio Mecanismos de cambio constitucional en el mundo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) indica que desde 1947 hasta el 2015 han existido 239 procesos constituyentes, por lo que la afirmación es correcta.

Duración de una Constitución

El viral citado por la diputada socialista plantea que “el promedio de vida de una constitución en el mundo es de tan solo 19 años”. El informe del PNUD, al evaluar el comportamiento del conjunto de países en todas las regiones del planeta, confirma lo publicado en el viral: la esperanza de vida de una Constitución nacional es de 19 años.

Según el estudio La duración de las constituciones escritas de la Escuela de Leyes de la Universidad de Chicago, la esperanza de vida media de las constituciones en todo el mundo desde 1789 es de 17 años. Y, durante la Primera Guerra Mundial, la vida útil promedio de una carta fundamental fue de 21 años.

Además, explícita que es probable que la mitad de las constituciones estén muertas a los 18, y que a los 50 solo quedará el 19% del escrito original. La actual Constitución chilena, escrita en 1980, tiene 40 años.

La analista internacional y académica de la Universidad Católica Francisca Alessandri advierte que, con la globalización, la llegada de las tecnologías y las demandas de participación ciudadana, es esperable que aumenten los cambios constitucionales y que el promedio de vida de una Constitución baje.

“El desafío está en que las democracias sean capaces de canalizar estas demandas dentro de una democracia representativa que realmente responda a lo que quiera la ciudadanía”, explica la académica.

¿Por qué tantos cambios constitucionales?

El análisis de la Escuela de Leyes de la Universidad de Chicago menciona que, con frecuencia, las constituciones mueren debido a conmociones exógenas, como guerras y cambios tanto de régimen como de las fronteras del Estado.

Desde 1947, luego de la Segunda Guerra Mundial, se experimentaron grandes procesos reformadores a nivel internacional. La descolonización de África, los cambios de la democracia a los regímenes militares en América Latina, el retorno nuevamente de la democracia en los años 90, y la Primavera Árabe son algunos de estos grandes cambios los cuales explican la cantidad de procesos constitucionales.

Hoy en día existen múltiples organizaciones intergubernamentales que trabajan para apoyar y fortalecer las instituciones y los procesos democráticos de todo el mundo. Una de ellas es International Institute For Democracy And Electoral Assistance. Esta organización explica que el cambio constitucional es una característica central de la transición democrática, la consolidación democrática y la gestión de conflictos.

Actualmente existen múltiples revueltas sociales alrededor del mundo. Manifestaciones como las de Hong Kong, Líbano y, sin ir más lejos, Chile, donde se exigen mayores igualdades, libertades y derechos sociales.

Javier Couso, abogado constitucionalista e investigador asociado al Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social, explica a través de conversación telefónica que la conciencia sobre los derechos ha aumentado en todo el mundo.

“Hoy existe una convergencia mundial sobre el catálogo de derechos fundamentales, las sociedades están más interesadas, por ejemplo, sobre el medio ambiente y las minorías”, dice.

¿Por qué las revueltas sociales derivan en cambios constitucionales?

Básicamente porque en una Democracia el pueblo tiene el poder. El informe del PNUD menciona el concepto de “poder constituyente” para hacer referencia a la autoridad originaria que tiene el pueblo de darse libremente un nuevo orden jurídico.

El abogado constitucionalista licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Jorge Barrera, entrevistado por Zoom, comenta que son las demandas sociales las que cambian la realidad social y democrática.

Axel Kaisser, director ejecutivo internacional de la Fundación para el Progreso, publicó Los países serios no cambian su Constitución, la reforman. Un video en el que menciona que en América Latina existe una obsesión por cambiar las constituciones cada vez que se presenta un problema.

La analista internacional Alessandri indica que América Latina es una de las zonas que más ha cambiado sus constituciones en el tiempo.

“Son democracias que han tenido interrupciones, que son inestables. Todo eso ha llevado a que se impulsen cambios totales a la institucionalidad. Lo que pasa en América Latina es que las constituciones del último tiempo han nacido con atribuciones muy fáciles de modificar”, explica la académica.

Daron Acemoglu y James Robinson plantean en su libro ¿Por qué fracasan los países? que, por culpa de las instituciones, los países al crear constituciones que se hacen efímeras, fácilmente cambiables y pensadas para resolver el problema inmediato, terminan por afectar el desarrollo y estabilidad del país.

¿De qué depende la vida útil de una Constitución?

El análisis de la Universidad de Chicago plantea que dependerá de tres factores.

El primero son los eventos desestabilizadores como choques y crisis, aquellos que alteran significativamente el equilibrio de poder dentro del régimen o estado.

El segundo son los atributos estructurales de la Constitución. Se espera que el documento sea específico, que incluya los orígenes de la Constitución y su capacidad para adaptarse a condiciones cambiantes.

El tercero son los atributos estructurales del Estado. Uno es la edad, con la expectativa de que los más antiguos tengan un sentido más fuerte de unidad nacional y hayan logrado cierto grado de acomodación entre los grupos en conflicto; otro es el desarrollo, ya que este indica que los acuerdos constitucionales actuales tienen éxito en proporcionar una serie de beneficios a varios actores. Y, por último, la heterogeneidad étnica, ya que la competencia política cae a menudo en líneas étnicas lo cual promueve la inestabilidad.

 

 

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