Por Camila Giaconi
En el debate presidencial de ANATEL, el candidato de Unión Patriótica se refirió al barrio La Legua, expresando que existen familias que llevan 51 años viviendo en casas de emergencia, cuando se suponía que serían utilizadas solo por seis meses.
Según el Diagnóstico Comunitario Población La Legua Emergencia, publicado en mayo de 2006 por el Ministerio del Interior y la Municipalidad de San Joaquín, La Legua es una de las primeras poblaciones de Santiago. En 1952, la Municipalidad de San Miguel aprobó que se instalarán de modo provisorio viviendas de emergencia cuando existía un problema habitacional. En documento sobre la historia de La Legua entregado por la Municipalidad de San Joaquín se escribe: “No obstante, este asentamiento se transformó en definitivo y hasta la fecha se le identifica como Población Legua Emergencia”.
En el sitio de la ONEMI, los hogares de emergencia tiene por objetivo ser una solución a corto plazo y temporales al problema habitacional de una o más personas, debido a un evento catastrófico.
Sergio Espinoza García, de 27 años y miembro de La Legua TV, cuenta la historia de su abuela, Alicia Armijo Bastías, quien: “vino de un campamento que estaba en el sector de Einstein en Recoleta, cuando el gobierno de entonces mandó a construir viviendas de emergencia, esto fue La Legua Emergencia, en el año 1951. Mi abuela fue una de las beneficiadas, vino a vivir con sus padres a esta población”. Alicia falleció en 2015 en esa misma casa, a sus 83 años y “esperó hasta su muerte que el Estado le entregara la casa definitiva”, cuenta Sergio.
Similar es la historia de Mauricio Astudillo Lavados, ex presidente del Consejo de Organizaciones sociales de La Legua, que cuenta la historia de la llegada al barrio de su madre, Raquel del Carmen Lavados Cuadra, en 1951 a una casa de emergencia y que, tras casarse con su padre, Fidel Epifanio Astudillo Umaña, quien nació en la Legua Vieja, vivieron toda su vida en la misma vivienda. Fidel falleció en 2015 y Raquel en 2016. “Yo tengo 52 años y vivo en esta condición de emergencia en viviendas de tres metros por 19, sin luz ni ventilación natural, donde los materiales con que fue construida expiró hace 20 años”, cuenta Mauricio.