Medioambiente

Gobierno cumple proyectos para descontaminar Quintero y Puchuncaví, pero no todos son efectivos

“La contaminación de Quintero y Puchuncaví se arrastra por décadas, sin embargo, el gobierno del presidente Piñera tomó el desafío de enfrentar el problema de fondo, buscando soluciones para descontaminar estas comunas. Podemos destacar que se realizó el completo traspaso de la red de monitoreo de calidad del aire, que estaba en manos de las empresas, a la supervisión directa del Estado. Además, implementamos la alerta temprana para la gestión y suspensión de faenas ante episodios de mala ventilación del aire en la zona. Nos comprometimos a ingresar a Contraloría el Plan de Prevención de Descontaminación Atmosférica para Concón, Quintero y Puchuncaví, el que establece mayores exigencias a las empresas que funcionan en el cordón industrial de esta zona. También, estableceremos una completa y detallada huella digital del aire que respiran las comunidades de Quintero y Puchuncaví, por lo que hemos suscrito un convenio con el Instituto Noruego de Investigación del Aire, el más prestigioso centro de calidad de aire a nivel mundial”. Ministra del Medioambiente, Carolina Schmidt.

La ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, dio cuenta de las medidas tomadas y los compromisos del Gobierno para enfrentar los episodios críticos de contaminación en Quintero y Puchuncaví. Si bien parte de los proyectos indicados por la Ministra se cumplieron, como el ingreso del Plan a Contraloría y el convenio con el Instituto Noruego de Investigación del Aire, el traspaso de la red de monitoreo al Estado no se completó a la fecha y existen dudas con respecto a la efectividad de la alerta temprana.

Por Nicolás Valenzuela

Foto del anuncio del convenio entre el Gobierno y el Instituto Noruego de Investigación del aire. Fuente: Ministerio del Medio Ambiente.

A cuatro meses desde los episodios críticos de contaminación en la zona de Quintero y Puchuncaví, el 1 de enero de 2019 en entrevista a El Líbero, la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, dio cuenta de las medidas tomadas y compromisos cumplidos por el Gobierno para enfrentar el problema. Estos están estipulados —en su mayoría— en el Plan de Prevención de Descontaminación Atmosférica (PPDA), el cual ya está siendo aplicado, aunque algunos no pudieron verificarse debido a que la información no está disponible.

Las medidas que este Gobierno tomó para enfrentar la crisis ambiental en Quintero y Puchuncaví, de acuerdo a los dichos de la Ministra son: “el completo traspaso de la red de monitoreo de calidad del aire, que estaba en manos de las empresas, a la supervisión directa del Estado. Además, implementamos la alerta temprana para la gestión y suspensión de faenas ante episodios de mala ventilación de aire en la zona”. Aunque estas disposiciones son ciertas, parte importante de su implementación está equivocada, es ambigua o ineficiente.

De acuerdo al PPDA: “A partir del 10 de septiembre del año 2018 el Estado de Chile, a través del Ministerio del Medio Ambiente, ha tomado el control de la supervisión técnica de las estaciones de monitoreo de la zona”. Si bien la fecha del traspaso fue confirmada por la Corporación Nacional del Cobre (Codelco), por otra parte, la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP), a través de su Directora de Comunicaciones, Lorena Rubio, entrega una fecha distinta: “el Ministerio del Medio Ambiente, con fecha 15 de Febrero del 2019, emitió la resolución exenta 0128/19, la que aprobó el Protocolo de Acuerdo para la Cesión de la Administración de la Red de Monitoreo de Calidad del Aire de ENAP Refinería Aconcagua”. Es decir, cuando la Ministra dio esta información no se había traspasado completamente la red de monitoreo. Además, para Alejandra Donoso, abogada de la Organización No Gubernamental (ONG) Defensoría Ambiental, este traspaso es una medida ambigua: “No está claro qué significa que cambie la administración, porque siguen siendo las empresas las que miden y reportan a la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA)”.

La Intendencia de Valparaíso dio a conocer el Protocolo de Alerta Temprana el 4 de octubre de 2018. Este “contempla un seguimiento diario de la calidad del aire de los contaminantes normados, y un pronóstico de las condiciones de ventilación atmosférica en rangos de 24 horas. Si la calidad del aire y las condiciones de ventilación lo ameritan “las faenas que serán suspendidas para reducir emanaciones serán determinadas en base a los planes operacionales que se les exigieron a ocho empresas del barrio industrial”. Hasta esa fecha, sólo se habían aprobado los planes operacionales de ENAP y Codelco, quienes confirmaron que suspenden sus faenas correspondientes cuando así lo determina la SMA. Al aprobarse el PPDA, todo este procedimiento quedó regulado en el capítulo VIII, sobre la Gestión de Episodios Críticos.

Pero lo que preocupa es la efectividad de estos protocolos. Aunque no hay un registro oficial de las alertas tempranas emitidas, hasta el 13 de mayo pasado, Carolina Orellana, dirigente del Movimiento por Quintero y Puchuncaví, contabilizó 181 alertas en 236 días. Alejandra Donoso, abogada de Defensoría Ambiental, considera que la medida no da resultados: “El hecho de tener más días con alerta que sin con el nuevo Plan de Descontaminación ya en vigencia, nos muestra que no se está manejando la situación en su magnitud, [se está actuando] irresponsablemente y afectando la salud y vida de las personas. Es muy importante poner el foco en la eficacia de los instrumentos”.

Por otro lado, sí se pudo verificar los compromisos establecidos por el Gobierno para solucionar la contaminación de la zona, mencionados por la ministra Schmidt: “Ingresar a Contraloría el Plan de Prevención de Descontaminación Atmosférica para Concón, Quintero y Puchuncaví, el que establece mayores exigencias a las empresas que funcionan en el cordón industrial de esta zona. También, estableceremos una completa y detallada huella digital del aire que respiran las comunidades de Quintero y Puchuncaví, por lo que hemos suscrito un convenio con el Instituto Noruego de Investigación del Aire [NILU]”.  

El PPDA no sólo fue ingresado a Contraloría (of. ord. n° 185689, 28 de diciembre de 2018), sino que, a la fecha, dicho Plan se encuentra vigente y en ejecución. Este “se plantea disminuir las concentraciones de contaminantes existentes en un plazo de cinco años contando desde la publicación del presente decreto. Para esto se establecen límites de emisión para SO2 [dióxido de azufre], NOx [óxidos de nitrógeno] y MP [material particulado] a las tres principales fuentes emisoras [Codelco División Ventanas, ENAP y AES Gener]”. Esta reducción se encuentra detallada en el capítulo III del PPDA.

El convenio establecido con el NILU lo confirma Susana López-Aparicio, científica de la institución: “hemos tenido un proyecto que ha durado aproximadamente desde octubre [de] 2018 a marzo [de] 2019, y ahora nos han extendido el proyecto para continuar haciendo mediciones hasta diciembre de 2019”, dice López-Aparicio. Este mismo instituto es el que se ha encargado de estudiar la huella digital del aire que se respira en la zona, que se refiere a una medición de los compuestos orgánicos volátiles (COVs). El 2 de mayo pasado publicaron su primer informe detallado.   

Con la información recopilada, esta investigación establece que la afirmación de la ministra del Medioambiente, Carolina Schmidt, podría ser creíble. Esto debido a que cumplió los compromisos establecidos, pero el traspaso completo de la red de monitoreo al Estado se hizo fuera de tiempo y tampoco se sabe con seguridad qué cambio real produce, y la implementación de las alertas tempranas no ha sido un instrumento verdaderamente eficaz. 

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