Plebiscito de Salida 2022

Educación Sexual Integral

Es falso que la educación sexual integral han tenido un impacto negativo en los países que se ha aplicado

"La educación sexual integral ha tenido terribles resultados en todos los países en los que ha sido implementada", Lucas Gonzalez, del canal de YouTube DESapruebo.

La afirmación del canal de Youtube DESapruebo es falsa. Las fuentes consultadas demuestran que en la mayoría de los países donde se ha implementado la Educación Sexual Integral el impacto ha sido más bien positivo.

Por Valeria Lagos, Cristóbal Orellana, Francisca Suárez con la colaboración de Tomás Mandiola.

En el canal de YouTube de la organización civil DESapruebo, Lucas González critica la incorporación de la Educación Sexual Integral (ESI) en la propuesta de nueva Constitución. En el video se puede ver una frase que dice: “la Educación Sexual Integral ha tenido terribles resultados en todos los países en los que ha sido implementada”. 

Esta afirmación es falsa, ya que tanto expertos como la evidencia comparada a nivel mundial demuestran que no hay resultados negativos observables en los países donde la ESI ha sido implementada, contando incluso con cambios positivos en la Salud Sexual y Reproductiva (SSR) de los jóvenes.

El Equipo de Factchecking.cl intentó contactarse con DESapruebo a través de diferentes medios para solicitar pruebas que respalden sus dichos, pero al término de esta crónica no hubo respuesta.

ESI en la propuesta constitucional

Dicha afirmación surge a propósito de la propuesta de nueva Constitución que señala, en su artículo 40, que “toda persona tiene derecho a recibir una Educación Sexual Integral, que promueva el disfrute pleno y libre de la sexualidad; la responsabilidad sexoafectiva; la autonomía, el autocuidado y el consentimiento; el reconocimiento de las diversas identidades y expresiones del género y la sexualidad; que erradique los estereotipos de género, y que prevenga la violencia de género y sexual”.

Este artículo del proyecto constitucional ha generado controversia en algunos sectores del país.

El movimiento social “Con mis hijos no te metas” –que nació en Perú en 2016 y se extendió luego por diversos países de Latinoamérica, incluyendo Chile– se define como un grupo de padres de familia que tienen el objetivo de “defender el derecho y la libertad de educar” a sus hijos.

En su sitio web declaran que el artículo no tiene una mirada ‘neutra’ sobre la sexualidad y contempla una sola forma de entenderla, ya que se trataría “de una comprensión hedonista e individualista de la sexualidad, enfocada en alcanzar su máximo disfrute; en una visión ideológica de las relaciones familiares y sociales, que cree en la existencia de los estereotipos de género y que deben ocuparse todos los medios para erradicarlos”.

Además, la vocera del movimiento, Ingrid Bohn, comentó al Equipo de FactChecking.cl respecto al artículo 40 que “se pusieron varias indicaciones resguardando el derecho preferente de los padres y todas fueron rechazadas (…) lo que se pretende es hipersexualizar a nuestros niños y vulnerar su inocencia a temprana edad, cosa que rechazamos rotundamente”.

En la misma línea, la psicóloga y magíster en Educación Superior de Universidad de Tarapacá, Margarita Rojo, comentó al Equipo de FactChecking.cl que “la ESI está diseñada para cambiar las normas del comportamiento sexual en la sociedad, eso es lo grave, porque la sexualidad no es solo el goce pleno o el fin hedónico planteado en la propuesta”.

Por el contrario, el académico honorario de la Universidad de Chile, especialista en Obstetricia y Ginecología y coordinador del programa “Educación Sexual para la Escuela de Hoy”, el doctor Ramiro Molina, explicó que en el país hay muchos programas de educación sexual de diferente orden, pero que aquel derecho no está asegurado por el Estado. 

“La ESI se da en un contexto educacional que los seres humanos necesitan y que, obviamente, por sus resistencias de carácter  ideológicas, políticas, culturales, religiosas o filosóficas puede encontrar oposición. Porque al hablar de educación sexual se confunde con sexo, cuando la mayor parte de su contenido no tiene que ver directamente solo con eso (el acto sexual)”, explicó el ginecólogo.

Educación Sexual Integral en el mundo

Para verificar la frase “La educación sexual integral ha tenido terribles resultados en todos los países en los que ha sido implementada», se utilizaron diversos documentos que demuestran indicadores  de programas de Educación Sexual Integral en todo el mundo.

En primer lugar, se acudió al informe Pruebas, lecciones y prácticas emergentes en la Educación Sexual Integral: Una revisión global publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO por sus siglas en inglés) en 2015. 

En ella, se revisó la situación de 48 países, principalmente de Latinoamérica, el norte y sur de África, Europa oriental y Asia central, que han implementado programas de Educación Sexual Integral ya sea de manera parcial o completa, con estudios de casos centrados en Zambia, Reino Unido, Bangladesh, Estonia, Pakistán, Colombia, Nigeria y en otros países del continente africano.

El documento concluye que “la educación sexual no acelera la actividad sexual, sino que tiene un impacto positivo en los comportamientos sexuales más seguros y puede retrasar la edad de iniciación sexual y aumentar el uso del preservativo”.

En este sentido, otro informe del mismo organismo,  llamado “El camino hacia la educación integral en sexualidad” plantea que una ESI de buena calidad es científicamente precisa, gradual, se basa en un plan de estudios que es capaz de desarrollar las aptitudes necesarias para apoyar elecciones saludables, se adecúa a cada edad y etapa del desarrollo,  entre otras características.

El doctor Molina señala que “las organizaciones internacionales dependientes de Naciones Unidas, como la UNESCO, que es la representante del campo de la educación, plantean que es claramente indispensable y absolutamente necesario introducir la enseñanza de la educación sexual integral”.

El informe de UNESCO también concluye que “hay claras evidencias de que la ESI tiene un impacto positivo en la Salud Sexual y Reproductiva (SSR), contribuyendo notablemente a reducir las infecciones de transmisión sexual (ITS), el VIH y los embarazos no deseados”, aconsejando también que debe ser parte de planes de la respuesta nacional de prevención del VIH, en sinergia con los planes generales de educación de cada país.

En paralelo, un informe de la OMS de recomendaciones sobre salud sexual y derechos sexuales y reproductivos de los adolescentes, defiende que las intervenciones de ESI relacionadas con los servicios de prevención y tratamiento de las ITS son eficaces.

Aunque el documento igualmente advierte que “debe prestarse atención al diseño y la aplicación de las estrategias de prevención y al acceso y el suministro de servicios de buena calidad”.

Respecto a los embarazos no deseados, el informe explica que “la promoción del uso de métodos anticonceptivos ha demostrado ser eficaz para reducir los embarazos precoces entre las adolescentes. Además, permiten disminuir la mortalidad y la morbilidad maternas y neonatal y reducir los casos en que se recurre a un aborto practicado en condiciones de riesgo”.

Sobre la implementación de la ESI en Oceanía, el  artículo Promoviendo el bienestar a través de la educación sexual realizado en Nueva Zelanda, detalla que las escuelas “han tomado muchas medidas para proporcionar un entorno inclusivo y acogedor para estudiantes con diversidad sexual, de género y de sexualidad, comenzando con la firme creencia de que dicha diversidad no debería representar una barrera para la participación plena en la escuela”.

Además, la tercera edición de la guía para la educación sexual integral de Estados Unidos, describe que los programas utilizados han enseñado a los jovenes a “retrasar las relaciones sexuales, reducir la frecuencia de las relaciones sexuales, reducir la cantidad de parejas que tienen y aumentar el uso de condones y anticonceptivos entre los adolescentes sexualmente activos”.

En cuanto a Chile, la ESI no ha sido implementada. Al respecto, una investigación realizada por la UNESCO en 2021 observa que “cuando se les proporcionaba apoyo a los docentes, en particular planes de cursos de calidad, no solo dejaron de evitar los temas más complejos -como el género y la violencia sexual -, sino que demostraron una gran preocupación por incorporar las perspectivas de género en la mayoría de las clases”.

Por otro lado, el mismo informe de la Organización Mundial de la Salud, señala que “a medida que dejan la infancia y se adentran en la adolescencia y, posteriormente, en la edad adulta, todas las personas deberían recibir conocimientos y capacidades que les permitan aprovechar las oportunidades y superar los retos que la vida adulta les depare. De ese modo podrán desarrollar su autoestima y estrechar su relación con las personas y las instituciones de sus comunidades”.

El caso de Países Bajos y la recomendación estadounidense

En el contexto del proyecto de ley de Educación Sexual Integral que en Chile fue rechazado por la Cámara de Diputados en octubre de 2020, la abogada y asesora técnica parlamentaria, Pamela Cifuentes Vidal, elaboró el artículo “Educación Sexual en los Países Bajos”, que analizaba la situación del país europeo luego de la implementación de programas de ESI en 2012.

Dentro de sus hallazgos, se afirma que “los jóvenes holandeses comparativamente muestran un comportamiento sexual más reflexivo y maduro que sus pares de la región”, referenciando a un estudio realizado en conjunto por la ONG por la salud sexual y reproductiva joven Rutgers y la Soa Aids, fundación en ayuda a la detección y prevención de VIH y otras ITS, que reveló que desde 2012 a 2017 la edad de inicio de las relaciones sexuales en jóvenes aumentó.

Así, el informe de la abogada Cifuentes concluye que “los Países Bajos han avanzado mucho en temas de educación sexual y en especial sobre diversidad sexual, así lo demuestran las cifras que ubican a este país dentro de los países, donde los jóvenes menores de 25 años inician más tarde su vida sexual, tienen menos embarazo adolescente, menos aborto y menos enfermedades de transmisión sexual”.

Por el contrario, sobre la educación sexual integral Rojo recalca que “no tiene ningún sentido este comportamiento de hípersexualizar a los niños, hay niños de 3 años que están aprendiendo(…) Tú no le das licencia de conducir a un niñito de 3 años no porque  seas malo, sino porque tú sabes que no tiene la competencia”.

Sin embargo, el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos -ACOG por sus siglas en inglés -describió hallazgos similares en noviembre del 2016, cuando su Comité de Salud Adolescente elaboró una carta con recomendaciones luego de estudiar los efectos de programas de Educación Sexual Integral. 

El documento –reafirmado por el comité y por el colegio profesional en 2020–, señala la importancia de distinguir que “no todos los programas son igual de eficaces para todas las edades, razas y etnias, grupos socioeconómicos y zonas geográficas”.

ACOG recoge como parte de su subtítulo respecto a la efectividad de estos programas que “aunque el contenido de la educación sexual formal varía en las escuelas, los estudios han demostrado que los programas de educación sexual integral reducen las tasas de actividad sexual, los comportamientos sexuales de riesgo (por ejemplo, el número de parejas y las relaciones sexuales sin protección), las ITS y el embarazo en la adolescencia”.

En vista de la evidencia recogida, es posible decir que la frase emitida en el canal DESapruebo carece de sustento que la respalde para ser verídica. Dentro de los países analizados por los documentos que el Equipo de FactChecking.cl revisó, se puede concluir que en la mayoría de ellos se avalan los efectos positivos de estos programas educativos en la educación sexual y reproductiva,  la prevención de ITS y embarazos no deseados.

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