Por Belén Miranda Lozano
La Coordinadora Feminista 8M entregó folletos en Santiago llamando a votar “apruebo” durante la semana del 29 de agosto. En estos se asegura que “con la nueva Constitución, los trabajos domésticos y de cuidados serán reconocidos y los derechos de quienes los realicen deberán ser asegurados”.
El artículo 49 de la propuesta explicita que los trabajos domésticos y de cuidado “constituyen una actividad económica que contribuye a las cuentas nacionales”.
Labores domésticas y de cuidado como actividad económica
Los expertos consultados por el Equipo de FactChecking.cl coinciden en que el trabajo doméstico no remunerado debe ser reconocido como una actividad económica.
“El trabajo doméstico no remunerado es equiparable a cualquier trabajo en la sociedad. Se acabó esto de poder decir yo no trabajo, soy dueña de casa (…) yo no trabajo, me dedico a cuidar los niños (…) si no lo hicieras tú (mujer), la sociedad tendría que remunerar a terceros”, aseguró la ex ministra de Planificación y Cooperación –ahora Ministerio de Desarrollo Social y Familia–, Clarisa Hardy.
La ex ministra de la Mujer y la Equidad de Género bajo el segundo gobierno de Sebastián Piñera, Mónica Zalaquett, concuerda con este punto de la propuesta y agrega que en temas de género “hay un abordaje bastante completo”, según conversó con el Equipo de FactChecking.cl.
Por su parte, la directora ejecutiva de la Asociación de Abogadas Feministas de Chile (Abofem), Danitza Pérez Cáceres explicó que “el reconocimiento de las tareas de cuidado implica entonces de alguna manera la seguridad social de las personas”. Sin embargo, reconoce que una constitución o ley por sí sola “no genera cambios inmediatos”.
En cuanto a los derechos “asegurados” en el texto de a Convención, la experta en derecho constitucional del Centro de Estudios Públicos (CEP), Magdalena Ortega, repara en que depende de la política pública que se ejerza y “si el legislador toma o no el mandato del constituyente”.
Jorge Correa Sutil, abogado constitucionalista de la Universidad Diego Portales, agrega que el ejercicio de estos derechos depende de factores externos al texto.
“Las pensiones dignas aseguradas y el reconocimiento y remuneración del trabajo doméstico depende del crecimiento económico, más tributos y uso eficiente de los mismos”, advierte.
El trabajo doméstico no remunerado representa el 25,6% del PIB
La Coordinadora Feminista 8M también aseguró en su propaganda que “el trabajo doméstico y de cuidado aporta el 21,8 del PIB. El 67% de este trabajo lo realizan mujeres, sin descanso ni derechos laborales”.
El Equipo de FactChecking.cl corroboró que efectivamente, en el Primer Estudio Nacional de Valoración Económica del Trabajo Doméstico y de Cuidado No Remunerado en Chile, elaborado por Comunidad Mujer en octubre de 2019, se expone que “el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado equivale al 21,8% del PIB Ampliado”.
Sin embargo, según un estudio más reciente del Banco Central (2021) –avalado por las Naciones Unidas– el Trabajo Doméstico No Remunerado (TDNR) representa 25,6% del PIB ampliado del año 2020. Esto equivale a 3,8 puntos más de lo que estimó Comunidad Mujer.
La ex ministra, Clarisa Hardy, destacó lo que confirma el estudio de Comunidad Mujer: la contribución que hace el TDNR al Producto Interno Bruto (PIB) supera incluso a lo que provee la minería y la construcción.
“Buena parte de la existencia hoy día en sociedad depende del trabajo anónimo y gratuito que realizan [las mujeres] en este país”, sentenció la ex ministra Hardy.
El mismo estudio de Comunidad Mujer (2019) confirma que las mujeres efectúan el 67% del TDNR, cuyo aporte al PIB del 2015 alcanza “44,5 billones de pesos”, señala el documento.
La coordinadora del Observatorio de Género y Equidad, Teresa Valdés, conversó con el Equipo de FactChecking.cl y se refirió al concepto de la división sexual del trabajo: “nace del hecho que las mujeres por tener útero todo lo que hacen se relaciona con lo reproductivo (labores domésticas y de cuidado)”.
Según la Estimación Trabajo Doméstico no Remunerado junio 2021 del Banco Central, las mujeres le dedican 2,8 veces el tiempo de los hombres en labores no remuneradas fuera de la frontera de producción.
“Las mujeres presentan jornadas de trabajo de más de 11 horas diarias en la mayor parte de las regiones, mientras que en el caso de los hombres estas llegan, en su mayoría, en torno a las 9 horas”, concluye la Encuesta Nacional del Uso de Tiempo (ENUT) en el 2015.
El Equipo de FactChecking.cl determinó, luego de consultar a expertos y fuentes documentales, que el folleto entregado por la Coordinadora Feminista 8M es impreciso, pues se verificó que el trabajo doméstico y de cuidado es una actividad económica reconocida por la propuesta. Sin embargo, los datos no son los más actualizados, de hecho al 2021 el trabajo doméstico no remunerado representa el 25,6% del PIB ampliado.
