Por Diego Martorell y Magdalena Fuenzalida
El 9 de abril, el ministro de Salud, Emilio Santelices, anunció el inicio de un plan de reducción de las listas de espera, donde los hospitales operarían en horarios no hábiles y vespertinos, es decir, fines de semana y tardes. Los primeros establecimientos en integrar esta medida fueron los de La Florida y Peñalolén a partir del 14 de abril. Desde el Hospital Clínico La Florida Dra. Eloísa Díaz Insunza, señalaron que, hasta ahora, cada sábado, han intervenido en promedio a 7 pacientes en listas de espera no Auge.
Un informe que nos entregó el Minsal, indica la cantidad de cirugías que fueron programadas el fin de semana del 12 y 13 de mayo, en los respectivos hospitales. Fueron un total de 273 intervenciones, en 26 hospitales de los Servicios de Salud de Coquimbo, Aconcagua, Viña del Mar, Ñuble, O’Higgins, Biobío, Talcahuano, Concepción, Araucanía Sur, Valdivia, Chiloé y Metropolitanos. Pero existen instituciones públicas que no se han sumado a la medida. Es el caso del Instituto de Neurocirugía Dr. Alfonso Asenjo. Su director, Marcos Vergara, señala: «Calculamos y la meta de resolver el 25% de las listas no GES respectivas a nuestro hospital en tres meses, la podemos lograr operando con normalidad, sin necesidad de ampliar los horarios».
El ministro Santelices utilizó las listas de espera heredadas del gobierno anterior para plantear la meta. Según la Glosa 06 de la subsecretaría de Redes Asistenciales, en diciembre de 2017, había un total de 285.625 cirugías en listas de espera no GES. El 25% de esa cifra corresponde a 71.406 intervenciones. Desde el Minsal nos dijeron que, hasta la segunda semana de mayo, se había resuelto el 14% de la meta planteada por el ministro. O sea, que, cumplido un mes del anuncio de Santelices, se realizaron un total de 9.996 operaciones.
Soledad Martínez es la jefa del Programa de Políticas, Sistemas y Gestión de Salud del Instituto de Salud Pública de la Universidad de Chile, y ha sido consultora del Minsal en varias ocasiones. Martínez dice: «tomando en cuenta el número de pabellones que hay a nivel de salud pública, es prácticamente imposible sacar esa capacidad en tres meses, en especial porque los hospitales tienen otras prioridades, que es lo garantizado y las urgencias». Y agrega: «Me parece que es bueno ampliar las operaciones a los horarios ociosos, pero estas medidas tan puntuales, tan efectistas, pueden traer más problemas que beneficios».
Óscar Arteaga, doctor en Salud Pública de la Universidad de Londres y profesor asociado del Instituto de Salud Pública de la U. de Chile, concuerda con el diagnóstico de la Dra. Martínez: «Me parece que el planteamiento del ministerio es correcto, pero la meta es bien ambiciosa y difícil de alcanzar. Porque, como hospital, no te puedes dedicar solo a las listas de espera no GES y, mientras vas resolviendo casos, van ingresando otros nuevos».
También señala: «Según nuestros estudios, un pabellón hace, en promedio, 5.5 operaciones diarias. Si, por ejemplo, se dedicara un pabellón exclusivo, que es difícil que pase porque también hay otras prioridades, a este tipo de operaciones en los 56 hospitales de alta complejidad que hay en Chile, aun así no se podrían resolver las 71.406 cirugías en tres meses».